Ecosistemas Terrestres: peligro en el planeta

Ecosistemas terrestres: En los últimos 60 años, la tierra ha sufrido un aumento indiscriminado de la población pasando de 2.500 millones de personas a cerca de 7.500. Se estima que, actualmente, la actividad humana está alterando el 75% del planeta, generando un gran deterioro a los ecosistemas terrestres, hablamos de toda la naturaleza que está en tierra firme. Esto nos tiene en una crisis biológica que nos puede llevar a la extinción.

“Está llevando a que los hábitats naturales alteren mucho sus dinámicas y esto traiga consigo varios aspectos que son negativos para algunas poblaciones y que es la extinción de algunas especies que son más sensibles, que necesitan hábitats específicos y que son las primeras que se empiezan a extinguir” explica el profesor Gerardo Acosta de la Universidad Austral.

Según datos de Naciones Unidas, el 8% de los animales ya está extinto por causas ligadas al ser humano y el 22% está en grave peligro de extinción. Un 25% de los ecosistemas terrestres se encuentran amenazados. Se estima que alrededor de 1 millón de especies de animales y plantas están en peligro.

“Hay algo que se denomina el cambio global, que está ocurriendo en todo el planeta y que, principalmente, se refiere a la serie de fenómenos que el ser humano está infringiendo sobre los ecosistemas. Son principalmente la deforestación, degradación de los hábitats, la urbanización y la intensificación de la producción” continúa el profesor Acosta.

Algunas de las principales causas de degradación de los ecosistemas terrestres son el cambio de uso de suelo para actividades humanas, el cambio climático, la contaminación, la sobrexplotación de recursos naturales y la introducción de especies invasoras.

“Sin lugar a dudas nuestros ecosistemas han sufrido contaminación, desertificación, degradación, hablamos también de pérdidas de especies, tráfico de animales, incendios forestales. También otros impactos asociados a los últimos 50 años, impactos naturales, erupciones volcánicas, tsunamis, huracanes que han afectado los ecosistemas, aluviones” cuenta la Coordinadora del Programa de Sostenibilidad de la UTEM, Viviana Contreras.

“Existe un alto porcentaje de los anfibios que están amenazados de extinción. Son especies muy sensibles. Que muchas veces son indicadores biológicos de cómo está un ecosistema. Por medio de una especie puedes identificar cómo está ese entorno” agrega la docente quien también es una de las fundadoras de Red Campus Sustentable.

Desde 1990, cerca de 420 millones de hectáreas de árboles han desaparecido en pro de la agricultura y el uso de tierras para otras actividades, lo que ha provocado lo que se denomina degradación de la naturaleza.

“Cuando hablamos de degradación implica también el uso de pesticidas y plaguicidas, que han ido deteriorando y colocando en riesgo estas poblaciones. Sin estas especies, que son tan vitales para estos ecosistemas, la seguridad alimentaria a futura está en peligro” advierte Viviana Contreras.

“Raya para la suma el escenario no es bueno y esto está pasando en todas partes y nosotros no estamos exentos” cierra Gerardo Acosta.

Vida de Ecosistemas terrestres: Un problema que se sabe hace décadas

“Desde principios de los 70´, la humanidad se da cuenta que estos ecosistemas terrestres o esta naturaleza está sufriendo un deterioro y que es grave. Eso genera una alerta temprana de los países desarrollados, respecto de la importancia de educar y de concientizar a la comunidad. Si comparamos la educación de ellos hace 50 años atrás, con los países que estamos en vías de desarrollo, en estas temáticas tenemos un atraso enorme”, relata la profesora de la UTEM Viviana Contreras.

“Por lo tanto, qué hacen estos grandes países o potencias, miran la extracción de sus recursos naturales, hacia los países del sur (América). Porque son estos últimos, los que tienen mayor biodiversidad. No tienen entidades fiscales, por lo tanto, empiezan a hacer una extracción de los recursos de la naturaleza. Esto en nuestro país va a significar un gran deterioro ambiental” explica la docente.

Nuestro continente concentra el 60% de la vida terrestre del planeta. La población de animales se ha reducido en un 31%, un número que se espera aumente a 40% al 2050. América Latina, además, es el lugar del mundo que ha sufrido una mayor deforestación desde los años 90´, lo que ha significado una pérdida del 9,86% de los bosques. Esto ha causado sequía. Hoy tenemos un 50% menos agua por habitante que en 1960.

“Existe un alto porcentaje de degradación, sobretodo en zonas de la Amazonía, de deforestación, de extracción del bosque, los incendios, con el fin de usar esos terrenos, en transformación del suelo, para la ganadería o la plantación de la soya. Es un círculo vicioso… destruyo la Amazonía y tengo producción intensiva de ganado que provocan gases invernaderos”, asegura la profesora Contreras.

El círculo vicioso que hace referencia la docente apunta a que se está destruyendo un territorio que capta el humo de nuestra contaminación y produce oxígeno, en reemplazo de una actividad que genera gas metano a través de los desechos del ganado. Este gas es uno de los que provoca esa capa de humo en la atmósfera que genera el efecto invernadero, que está calentando nuestro planeta.

Realidad Nacional

El ministerio del Medio Ambiente clasificó en 127 los ecosistemas que actualmente existen en Chile. De ellos 50% están amenazados, 8 se clasificaron en peligro crítico, 6 en peligro y 49 vulnerables. Las zonas centro y centro sur son las más afectadas.

“La gran mayoría de los ecosistemas que se han identificado para Chile, están con algún grado de amenaza. De mayor a menor, pero la gran mayoría está amenazado y ésa gran mayoría se concentra en la zona centro de Chile” explica el profesor de la Universidad Católica, Patricio Pliscoff.

“Tenemos ecosistemas que se mantienen muy prístinos, sin el impacto del hombre, en la Patagonia, en el extremo sur, y tenemos ecosistemas que han sido muy impactados por la acción del hombre. Principalmente, los que están en la zona central, producto de la agricultura, la industria forestal y de la expansión urbana. Las zonas que están en torno a las partes más pobladas han tenido el mayor impacto” explica el también doctor en Ecología.

Al igual que en el resto del planeta, algunas de las principales causas de la degradación de los ecosistemas terrestres nacionales son el cambio en el uso del suelo para actividades humanas, los incendios, el cambio climático y la introducción de especies invasoras.

“Según la Conaf, el 21,7% del territorio nacional sufre de desertificación, 72% tiene algún grado de sequía. Es un gran impacto. Tenemos mucho terreno donde no hay habitantes y se tiende a simular que no hay degradación, pero sí existe. Y esta desertificación, estas sequías, esta transformación en el uso de los suelos ha afectado” asegura Viviana Contreras.

Cambios de suelo

Entre 2001 y 2013, desde la región de Valparaíso a Aysén, hubo cambio de suelo para 330 mil hectáreas de bosque nativo, 959 mil hectáreas de matorrales y praderas y 27 mil de humedales. Cada año se pierden entre 20 mil a 25 mil hectáreas de bosque nativo. Esto es cerca de 30 mil canchas de fútbol.

“En Chile el ecosistema más dañado y que está más en peligro es el que se encuentra en la zona del centro de Chile, entre la costa de la séptima región y la región de la Araucanía, la región del Biobío. Toda esa zona son pequeños fragmentos de ecosistemas que antes fueron los dominantes. Eso es porque se ha reemplazado todos esos ecosistemas, por las plantaciones forestales” asegura el profesor Patricio Pliscoff.

Incendios Forestales

Particularmente en Chile, los incendios forestales están jugando un rol importante frente a la degradación de los ecosistemas terrestres. Se estima que al año son cerca de 6 a 7 mil los incendios que queman, promedio, unas 52 mil hectáreas de naturaleza. El 99% de estos son por causas ligadas al ser humano. Se estima que son 824 mil las hectáreas quemadas entre 2001 y 2018. Estamos hablando de más de un millón de canchas de fútbol.

“Lo principal es que la atención se focalice en las zonas que requieren más urgencia. La zona central es la que está siendo más deteriorada y es donde se concentra la mayor biodiversidad de Chile. Uno esperaría que un mayor número de ONGs concentrara su trabajo en la zona central de Chile y eso lamentablemente no está pasando. Se requiere un esfuerzo, mucho mayor interés en la zona centro” considera el profesor Pliscoff.

Factor del calentamiento global y nueva era glacial

El sol es lo que le da energía a todo el planeta para vivir. Parte de esa energía debería rebotar y devolverse al espacio, pero actualmente está quedando atrapada en la cantidad de humo que existe, desde que comenzó la Revolución Industrial, hace más de tres siglos. Esto, con el paso del tiempo, ha calentado la tierra de manera progresiva.

Gráfico obtenido de página de la Nasa

Actualmente, ese calentamiento está en 1,1 grados sobre lo que era normal, antes de la revolución industrial, y las autoridades del mundo pretenden frenarlo en 1,5 grados al 2050, pero los especialistas creen que no se logrará la meta y que se superará la barrera de los 2 grados, lo que se prevé traiga consecuencias importantes al planeta.

“Hoy se habla del “Antropoceno”, que es una era geológica nueva, que ha sido gatillada por la acción del ser humano. Nosotros hemos transformado, en este poco tiempo, nuestra naturaleza con un impacto tan alto que está poniendo en riesgo la supervivencia del ser humano a futuro” asegura la profesora Contreras.

“Si tú entras a un bosque, son frescos, más húmedos, porque existen las condiciones. Si se empiezan a destruir, se pierde un poco esa frescura y van a ser mucho más cálidos y, en esos lugares, que están desprovistos de vegetación, va a aumentar aún más la temperatura” agrega el profesor Gerardo Acosta.

En Chile, una de las muestras más importantes de las consecuencias del calentamiento climático es la sequía que azota hace 13 años al país.

Introducción de nuevas especies

Otro fenómeno que ha afectado a nuestros ecosistemas es la introducción de especies invasoras, las que provocan desequilibrio en la naturaleza que habita el territorio de Chile.

“Existe la introducción del Pino que es una especie exótica, que ha transformado nuestros bosques del sur y eso, sin lugar a dudas, te hace una pérdida de riqueza en ese ecosistema. La introducción de otras especies exóticas, más al sur, en la zona austral, el visón y el castor, también han dañado ecosistemas terrestres al construir diques y desviar cursos de aguas e inundar bosques” grafica la profesora Viviana Contreras.

Coronavirus y su impacto negativo en la naturaleza

Pese a que se creyó que la pandemia reduciría el daño provocado a los ecosistemas terrestres, por la reducción de la actividad humana y el confinamiento, la realidad es otra.

“Estamos mucho peor que antes de la pandemia, existe un impacto en relación a las mascarillas y ahora se está volviendo a tratar de mantener los niveles de producción antes de la pandemia, y esa aceleración está contaminando más. Es cosa de ver en Santiago, la vuelta del esmog. Vamos a estar como en los 90´, asegura el profesor Pliscoff.

“Todos estos factores que afectan a los ecosistemas, están volviendo con mucho mayor peso. Eso es global, no tiene que ver con Chile. Por ejemplo, el tema de la guerra está provocando que los países vuelvan a utilizar petróleo y carbón, que es lo más barato, ya que el gas está asociado a la guerra y todas esas cosas hacen retroceder” complementa el docente.

Degradación de ecosistemas y traspaso de nuevos virus a los seres humanos

El aumento desproporcionado de la población, la degradación de los ecosistemas terrestres y el calentamiento global también ha significado el traspaso de una mayor cantidad de enfermedades de animales hacia los seres humanos. Esto sería el origen del Coronavirus. Las pandemias se pueden volver más comunes.

“Lo que va haciendo (la degradación) es simplificando muchas veces los ecosistemas y muchas enfermedades, virus, bacterias, que a veces estaban en estos ambientes mucho más cerrados, se empiezan a liberar o empiezan a perder sus controladores naturales” explica el profesor Acosta, también integrante de la Sociedad Chilena de Infectología.

“Entramos más en contacto entre lo doméstico y lo silvestre y los patógenos tienen más oportunidades de hacer este salto desde los animales silvestre. Se cortan estas cadenas ecológicas y se simplifican muchas veces estos controles naturales, por lo tanto, empiezan a emerger estos patógenos, algunas veces por esas causas y otras por el mayor contacto del ser humano” complementa.

La actitud de las potencias frente a las crisis biológica

“Estas grandes potencias muchas veces no han tomado la real consciencia y asumir sus deberes frente a acuerdos internacionales. Yo creo que estos países van a empezar a tomar mayor conciencia cuando el cambio climático los azote más de lo que los está azotando ya” comenta la docente Contreras.

“Creo que van a tomar más seriedad y van a tener acuerdos que no sólo sean de buenas palabras, sino que existan sanciones, cosas que los oblige a tomar medidas de mitigación, de adaptación y de tratar de parar un poco este ritmo de consumismo y de extractivismo, y de contaminación y degradación de los ecosistemas” concluye.

Imagen del acuerdo de París, uno de los acuerdos más importantes en materia ambiental a nivel internacional.

Cifras

  • Los bosques albergan el 80% de los ecosistemas terrestres y cubren 31% de la superficie de nuestro planeta.
  • Se estima que la gestión forestal sostenible a escala mundial costaría entre 70 mil y 160 mil millones de dólares al año.
  • Se estima que para detener la pérdida de diversidad biológica a mediados de este siglo, harían falta entre 150 mil y 440 mil millones de dólares al año.
  • 74% de las personas con menos recursos se ven directamente afectadas por la degradación de la tierra, a nivel mundial.
  • El 80% de la dieta humana está compuesta por plantas. Solo 3 cultivos, arroz, maíz y trigo proporcionan el 60% de la ingesta energética.
  • Se estima que, si el calentamiento global llega a 2 grados, la capacidad de generación de alimentos de la tierra podría caer en hasta un 50%.
  • Los insectos y otros portadores de polen tienen un valor para la economía alimentaria mundial de más de 200 mil millones de dólares anuales.
  • Tres cuartas partes de los medicamentos de venta con receta más demandados en el mundo contienen componentes derivados de los extractos de planta que podrían verse amenazadas con el calentamiento global.
  • Los desastres naturales causados por la perturbación de los ecosistemas debido a la actividad humana y el cambio climático, ya le cuestan al mundo más de 300 mil millones de dólares al año.

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