Energías Limpias: Chile en un inesperado escenario

Energías limpias: En un escenario impensado hace 15 años, el país está girando su matriz energética hacia la utilización de combustibles renovables no convencionales. Paneles solares, parques eólicos, la geotermia y el hidrógeno verde son alternativas que van ganando espacio y que ilusionan con cumplir uno de los mayores desafíos que tenemos como sociedad, que es volver a ser carbono neutrales. Energías limpias como una alternativa para la mitigación del calentamiento global y que brinda la oportunidad de cumplir un rol protagónico, en este sector.

La necesidad de energía de la actividad humana

La revolución industrial, en la segunda mitad del siglo XVIII, masificó el uso de la energía. La humanidad comenzó a crecer. Aumentó la industrialización y también la población. En 1950, la cantidad de personas era 2.600 millones, subimos a 5.000 en 1987 y a 7.000 millones en 2011. Hoy estamos cercanos a los 8 mil millones de personas. Actualmente, consumimos una cantidad de energía nunca antes vista. El 2019 marcó el peak de gases contaminantes lanzados a la atmósfera, el 2020 no lo superó, por el Covid y lo que provocó en la actividad económica.

Mientras crecimos como sociedades, nos vimos necesitados de más energía y a la leña, se sumó el carbón, petróleo y el gas, tres combustibles fósiles. Estos tienen dos características negativas, no se renuevan, es decir, se gastan y no se recuperan y, lo otro, es que son tremendamente contaminantes. Generan gases de efecto invernadero, que provoca el calentamiento global.

Sólo como ejemplo, en Chile los combustibles fósiles del sector energía actualmente provocan casi el 80% de las emisiones del país, según el informe del Inventario de Gases de Efecto Invernadero del Ministerio del Medio Ambiente. Lo sigue la agricultura con 10% y residuos con 6%. Desde 1990 al 2018 se aumentó en 128% las emisiones, las que provienen, principalmente, del Dióxido de Carbono (CO2) de la quema de combustibles fósiles para la generación eléctrica y el transporte y las emisiones de gas Metano (CH4) del ganado.

El daño de la actividad humana

Existe preocupación a nivel mundial por el calentamiento global y la emisión de gases de efecto invernadero. Los científicos estiman que la temperatura de la tierra aumentará entre 4 y 5 grados Celsius a fin de este siglo, debido a la contaminación que provocan las actividades humanas.

“Hoy día probablemente el desafío más grande que tiene nuestra generación, es resolver el desafío del cambio climático y del calentamiento global. Si nosotros, como humanidad no resolvemos esa situación, no es que el planeta vaya a desaparecer, el planeta va a seguir existiendo, lo que va a desaparecer es la especie humana”, asegura el ex ministro de Energía y profesor de la Universidad Católica, Máximo Pacheco.

“El combustible fósil, se quema de alguna forma y calienta agua. Esa agua hace que gire una turbina, la que, finalmente, termina generando electricidad, que hay que hacerle un cierto proceso y después se envía, desde donde se generó, que normalmente es lejos de las ciudades, y se transmite a la casa o donde sea que vaya ser utilizada” explica el profesor del Instituto de Electricidad y Electrónica de la Universidad Austral, Nicolás Müller.

Chile se volvió contaminante

“En el año 1990, Chile era carbono neutral, teníamos una economía menos desarrollada que la actual y había muchas actividades que también absorbían CO2 en el balance. Y no solamente actividades económicas me refiero, sino que nuestra biomasa forestal, por ejemplo, nuestros bosques, nos protegen y ayudan a reducir, a capturar emisiones de gases de efecto invernadero y nuestras emisiones no eran tantas». explica Darío Morales, Director de Estudios de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA)

«Básicamente, porque nuestro sector eléctrico también estaba dominado por las energías hidroeléctricas. Se comienza a desarrollar fuertemente la participación del carbón y del gas natural, aumenta también el parque automotriz, y comienzan a aumentar, rápidamente, nuestras emisiones de gases de efecto invernadero” complementa. La energía a base de agua era el único recurso renovable de nuestra matriz.

“Cuando la economía empieza a crecer y a desarrollarse, la hidroelectricidad comienza a perder importancia en la matriz energética y comienza a ser, principalmente, de combustibles fósiles. Éste es un drama para Chile, porque no solamente es un combustible sucio, sino que, además, dependemos no de los recursos del país, sino que de las importaciones” dice el ex secretario de Estado y economista, Máximo Pacheco.

Preocupación por energías contaminantes

En paralelo, a través de Naciones Unidas, más de 190 países inician un foro medioambiental llamado Conferencia de las Naciones sobre Cambio Climático, también Conferencia de las Partes o COP. Su objetivo es que, a fin de siglo, la tierra no se caliente más de 2 grados, cifra que la ciencia recomienda sea 1,5. La idea es evitar consecuencias como temperaturas más cálidas, derretimiento de glaciares, terremotos y sequía, entre varias más.

Bajo los principios de precaución frente al tema, responsabilidad en común de todos los países y motivar el cuidado del medioambiente, se creó la cumbre en 1992, en Río de Janeiro. El 97´se logró políticas ambientalistas y métodos de sanción, en Kioto, Japón, pero en la práctica no resultó.

Durante esta época, el país da un giro hacia el gas natural, “a comienzos del siglo XXI, año 2000, se construyó este gaseoducto que trae gas natural desde Argentina a Chile. Eso se tradujo en que el sector eléctrico construyó una gran cantidad de centrales de generación en base a gas natural” adelanta el director de Estudios de Acera.

La crisis y la oportunidad de la energías limpias.

El país se está transformando al gas natural, cuando Argentina empieza a tener problemas de suministro. En 2004, el gobierno de Néstor Kirchner anunció recortes de gas a Chile. “Argentina, que era un país que exportaba gas natural, dejó de ser un exportador. Hoy día importa gas natural, no tiene suficiente gas para sus propias necesidades. Nos cortó el gas y nos generó una tremenda crisis, un tsunami energético” asegura Máximo Pacheco.

“Pasamos de una época que teníamos costos de generación muy bajos a costos muy altos, porque la falta de gas se comenzó a suplir con generación diésel, que es muy caro y contaminante” complementa Darío Morales de ACERA.

A mediados de 2000, Chile se encontraba entrampado entre la dependencia de otros países y las energías contaminantes caras. “Había una gran crisis en el sector energía. Cuando uno conversaba con los empresarios, lo que ellos decían era, mira, aquí ya vamos a dejar de tener, en el futuro, proyectos de inversión, porque los proyectos de inversión necesitan energía y la energía es muy cara. En Chile no se van a poder desarrollar estos proyectos, porque los inversionistas van a preferir países donde la energía tiene precios más razonables” cuenta el ex secretario de Estado.

La crisis obligó a buscar otras alternativas y, en ese camino, aparecieron posibilidades hasta ese momento desconocidas y que abrirían escenarios impensados. “Nosotros como país empezamos a decir, bueno, si tenemos esta tremenda crisis, se nos cortó el gas, tenemos la dependencia de un combustible sucio y escaso, tenemos radiación solar y vientos, bueno ha llegado el momento que verdaderamente le demos un auge y empuje a las energías renovables no convencionales” concluye el economista Máximo Pacheco.

Energías limpias en Chile

Las llamadas energías limpias, provienen de recursos naturales renovables, como el sol o los vientos, y no son contaminantes. “Hay que hacer la diferencia entre lo que son las energías renovables y las energías renovables no convencionales. Lo que es la parte hidráulica, por ejemplo, las represas, son energías renovables, pero convencionales, a diferencia lo que serían las energías solar fotovoltaicas y concentradores solares, la eólica, todo lo que es energía marina, que son todas energías renovables no convencionales”, cuenta Nicolás Müller, académico de la Uach.

Cerca del 2010 aparecen como nuevas alternativas de desarrollo en el sector energético. “Hay una crisis del sector renovable en Europa que busca salir a invertir a otros países y ve en Chile un país con buenas perspectivas de inversión y la baja sostenida, de manera muy relevante, del precio de las tecnologías renovables como la eólica y solar. A partir de ahí vemos que el desarrollo renovable comienza a adquirir cada vez más fuerza, es cada vez más competitivo, más barato y no tiene los serios problemas ambientales que tiene el desarrollo termoeléctrico” asegura Darío Morales.

Nuevas oportunidades de energías limpias

“Este es el país de mayor radiación solar del mundo. Esto no lo digo yo como chileno, esto no lo digo yo como ex ministro de Energía, esto es lo que uno escucha en todos los foros, en todos los debates y en toda la literatura que hay, sobre cómo se mide el mapa de la radiación solar del mundo. Tenemos buenos vientos, un viento sumamente favorable para el desarrollo de la energía eólica y los vientos son predecibles, se pueden estudiar, hay un mapa de los vientos”, complementa Máximo Pacheco.

“Las energías renovables no convencionales, la energía solar y eólica son muy baratas. Tenemos un tremendo potencial no sólo de energía solar para la utilización de la energía fotovoltaica, sino también, la energía solar, para la concentración solar de potencia, lo que nos provee de energías renovables provenientes del sol, las 24 horas del día. Tenemos un tremendo potencial geotérmico, que también nos provee de energía renovable las 24 horas del día, tenemos un potencial inmenso que está por desarrollarse, en algunos años, energía de los mares. Tenemos muchas fuentes energéticas primarias repartidas a lo largo de nuestro territorio. Varias veces más energía de lo que usamos.” estima el Director de Estudios de ACERA.

Energías limpias en Chile: Una estrategia a nivel país.

En abril de 2008, marca un hito importante en energías renovables no convencionales (ERNC). La ley 20.257 introdujo modificaciones a la Ley General de Servicios Eléctricos, respecto de la generación de este tipo de energías. Se exigió que un 10% de la electricidad provenga de ERNC. Además, como una manera de ser más estratégicos en la planificación del sector, en febrero de 2010 se creó el Ministerio de Energía.

El sector energía es un ejemplo de una buena política pública y lo que destaca es que los gobiernos han tenido continuidad en el trabajo, independiente del signo político. A las leyes introducidas por Bachelet I, luego se amplió con Piñera I. La ley 20.698 de 2013 aumentó a un 20% la exigencia de energías renovables no convencionales (ERNC) y puso el plazo de 2025. “Ese esfuerzo legislativo, que salió muy de la sociedad civil, muy de los movimientos sociales, salió muy de los movimientos ambientalistas, de los movimientos ecologistas, del parlamento, que en ese momento recogió muy fuerte este tema” relata Máximo Pacheco.

Una meta poco ambiciosa

“Nosotros pensamos que era una meta poco ambiciosa, pero era mejor tener una meta que no tener nada. La realidad afortunadamente nos dio la razón, la meta del 20% se cumplió el año pasado (2020), 5 años antes de lo que todo el mundo esperaba y eso muestra que la regulación ha ido siempre un poquito más lenta de lo que muestra la realidad”, relata Darío Morales.

Durante el gobierno de Bachelet II, el 2014, se ordenó realizar una agenda energética en 100 días al entonces ministro de Energía, Máximo Pacheco, “un proceso participativo, de diálogo con los distintos actores, con universidades, con empresarios, con movimientos sociales, ambientalistas, ecologistas, evidentemente los parlamentarios y generamos una agenda de energía, en un plazo de 100 días, que yo creo que fue una hoja de ruta para decir dónde están las prioridades y los acuerdos que tenemos entre todos para impulsar esta revolución energética”.

Energías Limpias en Chile: Entraron nuevos actores

Se cambiaron las bases de licitaciones energéticas, lo que también permitió descomprimir el mercado, muy concentrado en tres actores, y dar espacio a las ERNC. “Las licitaciones el 2013 eran a 120 dólares el megawatts hora, hoy día son a 35 y no es porque haya caído el petróleo, sino que es, porque las licitaciones se las están ganando los proyectos eólicos y los proyectos solares. Entonces, eso ha ayudado a bajar el precio” cuenta el ex secretario de Estado.

2015 marca un hecho diplomático importantísimo y que tiene que ver con una COP realizada en París, el foro medioambiental ya mencionado, donde todos los países se comprometen a bajar en un 80 a 95% las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta a 2050. A 2030 Chile prometió bajar en un 30% sus emisiones, considerando el año 2007 como parámetro, y ser carbono neutral al 2050, como lo era en 1990.

“Tenemos una meta que lograr, que es la carbono neutralidad 2050, que es algo no menor, y ahí es muy importante tener energías limpias para poder electrificar y poder limpiar la industria que ocupa electricidad» asegura la subgerenta de Programas y Desarrollo de CORFO, Andrea Mohr.

También tenemos el desafío de salir de la dependencia de los combustibles fósiles en otras industrias que no se pueden electrificar y ahí hay un gran potencial que tenemos en las energías renovables, como el hidrógeno verde o la energía eólica y la solar. Descarbonizar algunas industrias y reemplazar los combustibles fósiles, como el diésel en la minería o el transporte y también exportar productos más limpios a otros países”, complementa.

La nueva agenda energética

Con estos antecedentes, en diciembre de 2015, por decreto supremo 148, se aprueba una Agenda Energética al año 2050, la que debe ser revisada cada 5 años.

“El Estado hizo su trabajo que es impulsar la competencia en los mercados. Muchas veces se habla que Estado-Mercado, cuánto Estado, cuánto mercado… Mire, sabe qué, nosotros caminamos en una base de dos pies, la economía también. La economía camina sobre los dos pies, sobre la capacidad del mercado de identificar oportunidades y desarrollar proyectos y la capacidad del Estado de dar las orientaciones, fiscalizar y controlar el buen funcionamiento de los mercados”, asegura Máximo Pacheco.

El gobierno de Piñera II, cumplió con otro gran hito, planificar la descarbonización de la matriz energética, lo que significa el cierre de las centrales termoeléctricas a carbón. Actualmente 3 centrales están cerrando, el 2024 lo harán otras 7 y el 2040, la totalidad.

“Una muy buena parte de la inversión en investigación y desarrollo en países como Estados Unidos, Europa, del cambio climático están orientados al sector energía, a la captura de carbono, al desarrollo de las energías renovables. Yo veo muy poca gente que hoy día esté pensando en que el futuro no va a estar dominado por las energías renovables no convencionales” cuenta Darío Morales.

Energías limpias en Chille: Panorama alentador

En el año 2020 Chile alcanzó la meta del 20% de energías renovables no convencionales en su matriz energética. A marzo de 2021 se encuentran en construcción 109 proyectos de generación de energías limpias. “Yo creo que pocas personas, debe de haber alguna, por supuesto, pero pocas personas que analicen esto de manera seria, piensen que no vayamos a tener un sistema eléctrico 100% renovable en algún momento. La discusión es cuándo, algunos la quieren mañana, otros la quieren más lejos, algunos dicen 2040, otros dicen 2030, pero esa es la discusión, cuándo vamos a tener una matriz eléctrica renovable 100%” dice el director de estudios de ACERA.

Las ERNC aparecen como una gran forma de mitigar el calentamiento global. Actualmente, casi un 50% de nuestra matriz es de energías renovables, entre hidroelectricidad y no convencionales, las que pasaron de un 1% en 2010, a 7,5% el 2015 y hoy más del 20% de participación. Se calcula que el desierto de Atacama, por ejemplo, tendría energía suficiente para abastecer a todo el continente.

“Uno de los desafíos de producir energía solar en Chile es la gran radiación y que muchas veces no es considerada en la fabricación de estos paneles. Tenemos más de lo que son diseñados para producir y ahí hay un gran desafío. Un programa tecnológico y bajar así los precios de la energía solar. Es muy importante unir la academia con la industria y poder resolver todas estas brechas tecnológicas o desafíos que se van presentando en ésta u otras materias” cuenta la subgerenta de CORFO.

“¿Qué sucede cuando no podemos abrir la llave para que haya más sol o apretar un botón para que haya más viento? Esa incertidumbre es la que nosotros tenemos que comenzar a manejar. El problema se produce en el corto plazo. Yo, en el largo plazo, tengo mucha certidumbre, pero en el corto plazo tengo más incertidumbre y ahí es donde los sistemas de almacenamiento van a jugar un rol. Yo voy a reemplazar echarle más carbón a la caldera, por apretar un botón de una batería”, asegura Darío Morales.

Otro desafío importante será que la baja de costos pro- ducida por las energías renovables no convencional también beneficie los suministros de los domicilios. “Por mucho que el usuario, a nivel doméstico, quiera tener un sistema que sea más limpio, va a depender de que sea capaz de pagarlo y, para eso, la única forma es disminuir el costo de la energía. Eso depende de hacer investigación y de políticas públicas” cree el profesor de la Universidad Austral, Nicolás Müller.

“Aquí hay que hacer un esfuerzo como Estado para discutir cómo asegurar la negociación de los contratos para que las caídas significativas que ha habido en el precio de las licitaciones se trasladen a los hogares y de esa manera se beneficien todas las chilenas y chilenos con la baja del precio de la luz, producto de que hoy día tene- mos energía limpia, concluye” Máximo Pacheco.

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