Acción Climática: Consejos para proteger nuestras aves costeras

El experto en Ornitología de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello, Alejandro Simeone, entrega datos que permiten a las personas conservar a las aves costeras de Chile.

“Existen más de 200 especies de aves playeras a nivel mundial, de las cuales 80 podemos encontrar en Chile, entre aves residentes y migratorias” asegura este académico. Y agrega “las aves costeras son importantes componentes de la biodiversidad, ya que cumplen roles fundamentales en el funcionamiento de los ecosistemas costeros, por ejemplo, en el ciclo de nutrientes y flujos de energía”.

“Son depredadores de invertebrados -moluscos, crustáceos y gusanos marinos-, por lo que controlan esas poblaciones y mantienen un equilibrio en las zonas costeras”.

Principales factores que afectan a las aves costeras

El experto de la Universidad Andrés Bello, puntualiza cuatro factores importantes para el cuidado de estas especies, como son:

  1. La contaminación lumínica en el borde costero que desorienta a las aves y altera sus ritmos biológicos.

  1. La contaminación por hidrocarburos y desechos plásticos.

  1. El uso de playas y dunas por seres humanos con fines recreativos (turistas, tránsito de vehículos).

  1. El cambio climático que altera la disponibilidad de alimento y los ritmos migratorios.

Cinco consejos para preservar las aves del borde costero chileno

  1. Conservar adecuadamente los sitios de descanso y alimentación de las aves, incluyendo playas, desembocaduras de ríos y humedales costeros. La conservación de los humedales es vital, porque son un refugio, principalmente para las aves migratorias en etapas de descanso y alimentación.

  1. Reducir la contaminación lumínica en sitios costeros donde las aves se alimentan y descansan. Actualmente está en desarrollo una nueva ley que regulará de mejor manera la contaminación lumínica.

  1. Respetar los sitios de descanso y alimentación de las aves, evitando espantarlas y molestarlas. No interferir en su ecosistema, ya que no deben ser acosadas, alimentadas ni manipuladas por seres humanos.

  1. Evitar la contaminación de playas y sectores aledaños. Es decir, no botar basuras plásticas que puedan causar enredamiento o ingesta accidental.

  1. Evitar la contaminación acústica. El ruido de origen antropogénico desorienta a las aves, pudiendo alterar la impresionante cohesión y coordinación que tienen cuando se desplazan juntas, lo cual es fundamental para evitar depredadores e intercambiar información de forma social.

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